Hola amig@s de Blog Haciendo Deporte, de nuevo
os traemos una nueva entrada en este vuestro blog deportivo. Ahora que llega el
verano y la calor, y con él, las ganas de hacer deporte, debemos de tener en
cuenta el conocido “Golpe de Calor”. Para ello os explicaremos a continuación
sus cualidades más importantes.
¿Qué es el golpe de calor?
El golpe de calor es la situación provocada por un
exceso de calentamiento del cuerpo en un periodo de tiempo relativamente breve.
Esta situación puede llegar a representar una amenaza vital y precisar
asistencia médica urgente. El golpe de calor es la situación provocada por un
exceso de calentamiento del cuerpo en un lapso de tiempo relativamente breve.
El aumento anómalo de la temperatura corporal
(denominado hipertermia), puede darse en diversas situaciones, tales como:
- Golpe de calor clásico. También denominado golpe de sol, aunque este término puede conducir a errores de concepto, ya que el trastorno puede aparecer sin relación directa con el efecto del sol. Es habitual que la piel esté sofocada, seca y caliente.
- El golpe de calor debido al ejercicio, a menudo relacionado con un esfuerzo físico pronunciado, como el que tiene lugar en la actividad deportiva.
- Quemaduras extensas (incluyendo las producidas por el sol), cuando se ha producido una lesión o destrucción de las glándulas sudoríparas.
- Ciertos procesos menos frecuentes, como el exceso de actividad de la glándula tiroides (tirotoxicosis).
¿Cuándo puede producirse un golpe de calor?
Se produce cuando el organismo no puede manejar de forma normal el exceso de calor. Se distingue entre golpe de calor y fiebre por lo siguiente:
- En el
caso de la fiebre, el mecanismo corporal que regula la temperatura está en
funcionamiento, y se sitúa a un nivel superior. El organismo, pues, decide
regular la temperatura a un nivel superior. De forma típica, el paciente está
caliente y bañado en sudor.
- En la
hipertermia primaria (por ejemplo, durante el golpe de calor), la regulación de
la temperatura corporal está parcial o totalmente desactivada. Con frecuencia,
el paciente no está sudado (o lo está muy poco) y la piel está caliente,
colorada y seca.
¿Qué situaciones exponen a una persona
a sufrir un golpe de calor?
- Lugares con temperatura elevada, alto grado de humedad y luz solar intensa (por ejemplo las zonas tropicales).
- Esfuerzo físico excesivo (por ejemplo durante el deporte), sobre todo en las zonas descritas anteriormente.
- Quemaduras solares extensas, sobre todo en climas calientes y húmedos.
- Falta de líquidos y sales, en lugares cálidos (particularmente, zonas tropicales).
- Consumo de alcohol excesivo, en las mismas condiciones.
¿Qué es lo que puede hacer usted?
- Es importante habituarse lentamente al calor y a la humedad, sobre todo antes de los esfuerzos físicos. Esta forma de aclimatarse a los trópicos puede durar, normalmente, de 1 a 3 semanas.
- Asegúrese un consumo elevado de líquidos que contengan sales (al menos de 3 a 5 litros al día, pero que no contengan alcohol). En condiciones excesivamente calurosas, puede precisar beber mucho más, de manera que una buena idea es empezar el día bebiendo por lo menos 2 litros.
- Asegúrese un suplemento de ingestión de sales (por ejemplo, comiendo galletas saladas, o bien tomando tabletas de sal).
- Utilice ropa ligera, amplia y transpirable (tejidos como el lino y el algodón).
- Sea prudente al realizar ejercicio físico intenso, sobre todo si su consumo de líquidos y sal es bajo.
- Permanezca en lugares sombreados y, cuando sea posible, en un ambiente con aire acondicionado.
- Tome a menudo baños de agua fría (en el mar o en la piscina), en especial si ha estado tomando el sol durante mucho tiempo.
¿Cuándo representa el golpe de calor una
situación crítica?
- Si la temperatura corporal se sitúa alrededor de los 41º C (si se toma el registro de temperatura en el recto).
- Si va notando progresivamente malestar general, cansancio e inestabilidad, o bien le duele la cabeza o empieza a sentirse "ido".
- Si su piel se pone roja y caliente (es decir, su sistema de transpiración reduce su funcionamiento, o se desactiva).
- Si la emisión de orina es escasa y ésta adquiere una coloración amarilla oscura (lo que indica que su organismo está falto de líquidos).
- Si su capacidad de alerta disminuye, con tendencia a perder el conocimiento, o a notar confusión, o si se llega a perder realmente el conocimiento, o se experimentan convulsiones.
- A una temperatura corporal superior a 41ºC la situación comienza a ser grave, y por encima de los 42ºC, suelen lesionarse órganos como el cerebro, el hígado, el riñón, y también el músculo esquelético, pudiendo además aparecer alteraciones hemorrágicas.
Tratamiento
- Cuando una persona sufre un golpe de calor, es importante colocarla en una zona a la sombra y, a ser posible, en un ambiente frío (lo ideal, es en una habitación con aire acondicionado, y a una temperatura de entre 15ºC y 18ºC).
- Debe desvestirse al paciente y dejar que repose desnudo o cubierto solamente con una sábana ligera.
- Cuando la temperatura corporal aumenta hasta los 39,5ºC, la piel está seca y muy caliente (o con una mínima sudoración), se recomiendan duchas con agua fría (15ºC-18ºC). También se le puede dar un baño de agua fría, al tiempo que se efectúa un masaje en la piel para aumentar la circulación.
- Otra posibilidad es cubrir el cuerpo con sábanas o toallas húmedas, cambiándolas con frecuencia y preferiblemente, en combinación con un ventilador eléctrico, o un dispositivo similar, para que la temperatura del cuerpo disminuya algo más.
- No debe utilizarse agua más fría de 15ºC, ya que se produciría una restricción de la pérdida del calor, secundaria a una constricción de los vasos sanguíneos cutáneos.
- Cuando sea posible, contacte con un médico o, mejor aún, lleve al paciente al hospital lo más pronto posible. A menudo, una persona que sufre un golpe de calor puede precisar oxígeno, administración de sueros por vía intravenosa y algunas veces, medicación adecuada.
¿Quiénes tienen mayor riesgo de sufrir un golpe
de calor?
- Personas de edad avanzada o aquéllas con un estado debilitado que tienen un nivel bajo de líquidos corporales.
- Personas con sobrepeso.
- Personas con enfermedades cardiovasculares o pulmonares.
- Personas que están recibiendo ciertos tipos de medicación con acciones contraproducentes para esta situación, como agentes anticolinérgicos (que pueden prevenir la producción de sudor), o beta-bloqueantes (que pueden reducir la circulación sanguínea en la piel).
- Bebés y niños pequeños.
- Mujeres embarazadas (sobre todo si su consumo de líquidos y sales, es escaso).
- Personas que se hallan bajo los efectos del alcohol.
- Personas que practican mucho deporte sin tomar las debidas precauciones, como consumir gran cantidad de líquido
Fuente de la información: http://www.netdoctor.es/
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