Hola amig@s de Blog Haciendo Deporte, aquí os traemos una nueva entrada relacionada con el ámbito deportivo.
Esta vez se trata de un artículo realizado por Pedro Rodríguez Díaz (Entrenador Personal FIDIAS, Licenciado en CCAFD Colegiado Nº 12865) para el portal deportivo FIDIAS. (http://www.revistafidias.com/index.php/articulos/lesiones/331-recuperacion-de-lesiones-tendinosas-ii ) en el que nos habla sobre la recuperación de lesiones tendinosas. Esperemos que os guste.
Cómo actúa un tendón: biomecánica del tendón
No se puede imaginar la zona de unión músculo-tendón-hueso,
como un lugar donde se engancha el músculo al hueso como un cuadro se engancha
en una alcayata sino como una zona de bioadaptación, de tránsito en la que se
cambia de un tejido a otro por modificaciones sucesivas y entrelazadas. En la
que van cambiando los elementos estructurales y así como las propiedades.
Cuando un tendón sobrepasa los límites de sus
propiedades biomecánicas de elasticidad, plasticidad y viscosidad se produce la
lesión de forma invariable. En un principio el tendón se elonga ante una
tensión, por su capacidad elástica hasta un 4%. Si persiste la tracción sufre
una deformidad de tipo plástico que, de mantenerse con una tensión entre 3 y
11,5 Kg/mm2 llega a romperse.
En algunas zonas de gran flexión, el tendón
está enfundado individualmente en una membrana sinovial doble. A pesar de ello
este tendón puede quedar atrapado tras algunos movimientos repetidos. La
duplicidad tendinosa puede ser otro factor desencadenante de patología tendinosa.
En las zonas de menor cizallamiento, el tendón
está rodeado por tejido conjuntivo más fino. En los movimientos de flexión y
extensión los tendones se desplazan con facilidad gracias a las bolsas serosas
encargadas de crear un espacio entre él y las estructuras vecinas facilitando
esta labor.
El tendón en la práctica deportiva, y en
trabajos como el de bomberos, está expuesto a soportar grandes tensiones,
sobrecargas y fricciones que provocan con facilidad las lesiones inflamatorias,
ya sean en forma de “tendinitis” o de roturas espontáneas en los casos graves,
con ausencia completa de la función y con solución de continuidad.
Estos problemas de patología tendinosa se
incrementan en las personas dedicadas al deporte profesional y/o con
profesiones con un alto índice de actividad física, a pesar de las
propiedades biomecánicas del tendón:
–
Elasticidad
–
Plasticidad
–
Viscosidad
Propiedades condicionadas por su propia
estructura tanto externa como interna, sin olvidarnos de un factor
importantísimo como son la vascularización y la inervación. Que os recordamos
son mucho menores que en el vientre muscular, y por tanto su capacidad de
recuperación será mucho más lenta.
Las personas que practican deporte de forma
esporádica y sin ningún tipo de preparación son las que más riesgo tienen de
padecer posibles lesiones tendinosas por falta de información y de preparación
física adecuada.
Pero sepamos qué tipo de lesiones tendinosas
nos podemos encontrar y por qué aparecen. Así podremos saber sobre cuáles
podemos actuar y, lo más importante, cuáles y cómo podemos prevenirlas.
Patologías Tendinosas
Los agentes causantes de los TME que
son reconocidos en el RD 1299/2006 de EP son los siguientes:
•
Vibraciones de cuerpo entero.
•
Fuerza y vibraciones mecánicas (uso de taladros, perforadoras, sierras
mecánicas, herramientas percutantes,...).
•
Posturas forzadas (montadores de estructuras, mecánicos, personal de
mantenimiento...).
•
Carga física.
•
Movimientos repetitivos (mano, brazo y muñeca).
•
Manejo de cargas.
En función de la estructura tendinosa
que se lesione podemos clasificar la patología tendinosa en los siguientes
grupos:
1.-
Peritendinitis: inflamación de la capa más externa del tejido conectivo
que cubre el tendón, cuando ésta es una membrana sinovial, su inflamación se
denomina tenosinovitis o tenovaginitis.
2.- Tendinitis: inflamación propia del tendón, sin
afectación del peritendón, aunque en un proceso crónico puede llegar a
producirla.
3.- Tendinitis inserccional, entesitis o tenoperiostitis: Afecta a la interfase
tendón- hueso. Una contusión directa o una tracción excesiva de origen
biomecánico pueden causar la irritación de la zona de inserción del tendón.
4.- Tendinosis: signos
degenerativos en las fibras tendinosas, por si mismo asintomático, que tiene
lugar en el tendón como consecuencia natural de la edad, sobreuso crónico,
microtraumatismos repetidos, procesos inflamatorios cronificado del tendón o
peritendón.
El Dr. Melchor J. Conde Melgar y col.
Establecen también una clasificación de las lesiones tendinosas.
-
Paratendonitis o peritendinitis crepitantes.
-
Tenosinovitis:
* Con derrame:
* Infecciosas inespecíficas.
* Infecciosas específicas: fungosa y TBC.
* De origen reumático.
* Postraumática.
-
Estenosantes:
* Tenosinovitis de De Quervain.
* Dedo en resorte.
* Afecciones de las inserciones
tendinosas o insercitis.
- Gangliones.
Factores que inciden en las lesiones
tendinosas
La patología más
frecuente en las personas que realizan actividad deportiva de forma
regular, es la patología tendinosa crónica y, en este sentido, el personal de
los cuerpos de bomberos, no es una excepción.
Este
tipo de lesiones se producen característicamente por sobreuso o sobrecarga de
la estructura tendinosa a la que afecten. En un primer momento, se
produce un proceso inflamatorio agudo del tendón (tendinitis) que si no se
resuelve adecuadamente avanza hacia una degeneración progresiva de la
estructura normal del tejido, dando lugar a una tendinosis, proceso cada vez
más aceptado como causante de la mayoría de las molestias tendinosas que vemos
en la clínica.
Otros factores:
Factores intrinsecos
-
Sobreesfuerzos físicos.
-
Focos infeccioso crónicos.
-
Dietas que aumentan la uricemia.
-
Factores biomecánicos.
Factores
extrinsecos
-
Mala adaptación a los medios de entrenamiento.
-
Superficies de desplazamiento demasiado duras.
-
Entrenamientos excesivos o mal preparados.
-
Factores biomecánicos.
Clasificación clínica de la lesión tendinosa:
-
Estadío I: Hay edema y hemorragia, suelen ser pacientes
jóvenes, el tratamiento es conservador y la situación es de reversibilidad.
-
Estadío II: Suele haber tendinosis y procesos fibróticos,
a veces roturas parciales tendinosas. El paciente es de edad mediana (40 años)
y normalmente hay reiteración de los procesos. Puede necesitar tratamiento
quirúrgico.
- Estadío III: Hay roturas
parciales y totales del tendón con procesos degenerativos evidentes
(Osteofitosis). Situaciones de impotencia funcional. Tratamiento quirúrgica con
reparación del manguito, bursectomía y acromioplastia.
Conclusiones
Con este artículo ya hemos profundizado
bastante el las lesiones tendinosas. En el primer capítulo aprendimos la
anatomía y fisiología del tendón. Con este segundo artículo sabemos a grosos
modo cómo actúa, porqué se lesiona un tendón y cómo podemos llamar a esa lesión.
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