El beneficio más apreciado de la crioterapia es su efecto analgésico (disminución del dolor) sobre una zona localizada, sin necesidad de ningún producto farmacológico. La conducción de las fibras nerviosas sensibles al dolor se afecta por los cambios bruscos y extremos de temperatura. La crioterapia inmediata aumenta el flujo sanguíneo, incrementando con ello el nivel de oxígeno, acelerando el metabolismo y reduciendo notablemente el espasmo muscular.
Para obtener resultados óptimos se debe aplicar frío inmediatamente después del entrenamiento, y antes de que transcurran más de 2 horas, durante 15 a 20 minutos según la profundidad del tejido a enfriar.
En el caso de microtraumatismos, se sugiere la utilización de baños de contraste para favorecer la respuesta capilar. Sin embargo, la primera exposición debe ser fría, luego ya se puede aplicar baños de contrastes durante 1 o 2 horas.
Las mejores zonas para recibir terapia con frío son las que requieren un tiempo largo para regenerarse, como los músculos débiles, los músculos con predominio de fibras rápidas (FT) y las unidades tendinosas. Se debe tener especial cuidado con la aplicación directa del hielo sobre la piel.
Las técnicas de aplicación del frío comprenden masajes con cubitos de hielo, bolsas frías, bolsas con hielo machacado y chorros de agua fría. Los estudios reflejan que este tipo de terapia produce una vasodilatación refleja que dura más de dos horas.
CONTRAINDICACIONES
Las más importantes son: alergias al frío que producen dolor articular, náuseas y las alteraciones de tipo reumático como dolor y rigidez articular.
Recordar que esto es solo un artículo informativo, todo esto debe estar regulado y dirigido por especialistas.
Espero que os sirva. Un saludo.
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