miércoles, 2 de octubre de 2013

Desentrenamiento

Hola amig@s de Blog Haciendo Deporte, aquí os traemos una nueva entrada relacionada con el ámbito del entrenamiento. Aunque el título de la entrada os pueda llevar a confusión. Intentaremos explicaros en que consiste este proceso y en cómo afecta al deportista. 



El mantenimiento del nivel deportivo conseguido, o su mejora, requieren estímulos de enternamiento intensivos a no ser que todas las alteraciones fisiológicas y psicológicas esperadas ocurran durante el entrenamiento de larga duración. Cuando cesan estos estímulos, el deportista corre el riesgo de presentar alteraciones funcionales e incluso psicológicas, que Israel (1972) denomina Síndrome de reducción del estado de entrenamiento o  desentrenamiento. 
Existen dos grandes motivos para cesar el entrenamiento: uno es la aparición de una enfermedad, lesión o interrupción del entrenamiento durante la fase de transición (final de temporada) y la otra es el hecho de retirarse, el abandono de la práctica deportiva. 

En el primer caso, los deportistas pierden los beneficios del entrenamiento en poco tiempo. El proceso de desentrenamiento oscila entre varias semanas y varios meses. Los investigadores han observado reducciones considerables (6-7%) del consumo de oxígeno máximo, de la capacidad de trabajo físico y de la hemoglobina total y el volumen de sangre al cabo de una semana de reposo completo. Los deportistas pierden totalmente los beneficios del entrenamiento después de 4 a 8 semanas de desentrenamiento, de modo que los entrenadores deben monitorizar y evaluar cuidadosamente las fases de transición (fuera de temporada), especialmente en deportes de equipo profesionales. 

En el caso de la finalización (retirada) de la vida deportiva, las alteraciones ocurren a los pocos días. Los síntomas más habituales son las cefaleas, el insomnio, la pérdida del apetito y la depresión psicológica. Aunque estos síntomas no son patológicos, si la falta de entrenamiento persiste, los deportistas pueden manifestarlos durante un largo periodo de tiempo, incluso años, indicando la incapacidad del cuerpo humano para adaptarse rápidamente a un estado de inactividad. 

En los deportistas lesionados, la recuperación, especialmente después de una enfermedad, debe ser con un entrenamiento progresivo, con readaptaciones a los estímulos previos. El deportista puede aumentar la duración del entrenamiento desde periodos de 10 o 15 minutos, hasta 60 minutos, y posteriormente alcanzar los 90 min. 

Cada entrenador debe considerar con especial interés a los deportistas que se retiran de la vida deportiva. Durante su carrera deportiva, los deportistas deben aprender que en el momento de su retirada, el entrenamiento deberá reducirse progresivamente. El entrenador debe organizar el proceso de desentrenamiento a lo largo de varios meses, incluso años, de forma que el cuerpo del deportista pueda adaptarse progresivamente a una menor actividad. El entrenador puede planificar el contenido, volumen e intensidad del entrenamiento de acuerdo con las facilidades de tiempo disponibles para cada uno. El número de sesiones y su intensidad son algunos de los primeros parámetros que pueden reducirse progresivamente. 


Incluir actividades como la carrera, la natación y el ciclismo son adecuados, puesto que permiten mantener un nivel de condición física correcto y se puede realizar individualmente. El proceso de desentrenamiento afecta a todos los deportistas, para un óptimo bienestar físico y mental, después de la finalización de la vida deportiva, todos deberían continuar siendo físicamente activos. 

¡¡ Espero que os guste amig@s !!

Fuente de la información: Periodización. Teoría y Metodología del Entrenamiento. Tudor O. Bompa. (2007)

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