Esta terapia es aplicada en procesos dolorosos, inflamatorios músculo-esqueléticos y nerviosos periféricos, así como en atrofias, lesiones musculares además de patologías degenerativas, reumatología, patologías inflamatorias agudas o crónicas, neurología, dermatología, ya que acelera el proceso de reparación de tejidos, trastornos del sistema circulatorio, patología ginecológica, otorrinolaringológicas y respiratorias entre otros.
Produce relajación muscular y ayuda a paliar las contracturas en la fibra muscular estriada. Además tiene un efecto antiespasmódico en las fibras musculares lisas.
De igual forma esta terapia tiene un efecto antiinflamatorio y ayuda a regular y potenciar la circulación sanguínea
Este tipo de terapia tiene un claro efecto sobre el metabolismo del calcio en el hueso y sobre el colágeno, ya que potencia la osificación y estimula la cicatrización de las heridas. Así mismo, está indicada para la osteoporosis o el retardo en la reparación de las fracturas.
Por contra, esta contraindicada en personas que portan marcapasos, enfermedades víricas, embarazo, procesos micóticos, tuberculosis, enfermedades vasculares graves, estados hemorrágicos, diabetes juvenil, estados febriles y hiperactividad tiroidea entre otros.
Cabe recordar que ambas terapias son fisioterapéuticas, por lo que sólo deben ser aplicadas bajo indicación médica.
Espero que os sirva. ¡Un Saludo!