Hoy traemos una noticia recogida en la página del COLEF y CAFD (http://www.consejo-colef.es/), titulada: La importancia de que los niños aprendan a nadar, redactada por el Prof. Dr. D. Juan Colado, Doctor en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y Director de la Unidad de Investigación en Deporte y Salud de la Universidad de Valencia. Es miembro del Comité de Expertos del nuestro Colegio Profesional de la Comunitat Valenciana.
La formación en motricidad acuática es un contenido que de manera inevitable debería ser abordado a lo largo del proceso educativo de nuestros niños y jóvenes, no sólo por motivos directos de seguridad con dicho medio sino también porque les dota de unas competencias que les puede permitir desarrollarse como seres humanos más completos puesto que les permitiría una mejor y más amplia relación con nuestro entorno más diverso, entre el que se encuentra el medio acuático.
En este sentido, el desarrollo de un conocimiento básico del medio acuático durante la etapa escolar de la Educación Infantil y Primaria debería estimular tanto un asentamiento de las estructuras perceptivas como de los patrones y habilidades motrices específicos de dicho medio.
Esta mejora podría garantizar que de manera inespecífica los niños, ya desde las edades más tempranas, fueran capaces de desplazarse, equilibrarse, manipular objetos y girarse en dicho entorno.
Por tanto, el dominio de estas habilidades les podría permitir de manera utilitaria solventar de forma muy eficaz cualquier contingencia peligrosa que en su relación con los espacios acuáticos pudiera ocurrirles, y que evidentemente a los adultos nos preocupa más si cabe en estas épocas estivales en las que el contacto con los espacios acuáticos se ve aún más incrementado. Pero además, desde un punto de vista más educativo, el dominio de estas habilidades motrices acuáticas les ayudaría a poder desarrollarse de manera más integra y, en consecuencia, les daría la opción para tener un disfrute y desarrollo como individuo mucho más completo. Incluso, si posteriormente se sigue abordando la formación en motricidad acuática desde la etapa educativa de la Educación Secundaria, dichos jóvenes podrían adquirir una mayor competencia motriz en el medio que les permitirá a corto y largo plazo verse integrados de manera más eficiente en todo tipo de actividad deportiva y/o recreativa que decidieran experimentar en dicho entorno acuático.
Consejos/claves y/o recomendaciones para padres y niños de la importancia de esta práctica deportiva
Es importante que lo antes posible en el entorno del hogar se les propicio encuentros relajados con el agua, en los que puedan de forma muy básica experimentar el contacto armónico entre sus seres significativos y dicho medio sin ningún tipo de miedos o ansiedades. Este primer acercamiento podría facilitar que si con posterioridad el adulto decide introducirlo en un contexto formativo, más allá del entorno escolar reglado, los niños puedan comenzar desde un nivel de familiarización con el medio más avanzado. En este sentido, los baños en la bañera con masajes, deslizamientos, canciones, giros básicos, contacto del agua de forma discreta con las zonas sensibles de la cara, etc., podría estimular un nexo comunicativo y afectivo inigualable con el adulto a la vez que favorecerá en un futuro una evolución más rápida hacia el conocimiento básico y dominio de dicho medio.
A partir de esta relación más competente y armónica con el medio acuático, el niño, futuro adulto, podrá practicar cualquier tipo de actividad física o deporte que le satisfaga y que le ayude a mejorar tanto su forma física como, en general, su bienestar. Actividades físico deportivas que se podrán desarrollar tanto debajo del agua, como en superficie como encima de ella.
Actividades tan diversas como los deportes tradicionales a los más novedosos pasando, incluso, por el desarrollo de sesiones de Fitness Acuático.
En general, la práctica de actividad físico deportiva en el medio acuático podrá ser un recurso exclusivo o combinado con otras prácticas que aportará una mejora en el desarrollo físico, social y cognitivo de los niños, aunque se sabe que tales beneficios también se extienden y adaptan a cualquier otro momento evolutivo, siendo muy notorios los efectos positivos para las personas mayores. Es por esto que si se detecta que este tipo de actividades y formaciones básicas no están presentes en el entorno más cercano de nuestros niños sería conveniente solicitarlas o, si no es el caso, llegar a propiciarlas acudiendo a centros especializados en los que será importante exigir profesionales cualificados que aseguren la prestación de calidad y seguridad de sus servicios sin poner en riesgo la salud de las personas. Para ello, podrá solicitarse información sobre la titulación de los técnicos deportivos y supervisor de las actividades de dicha instalación que necesariamente debería ser un titulado universitario en Ciencias de la Actividad Física y de Deporte, según queda recogido en la Ley 10/1990 del Deporte en su artículo 72.
Espero que os guste amig@s.
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